Dan comienzo las jornadas de concienciación para jóvenes sobre alcohol y drogas al volante

 

La actividad ha empezado con la ponencia del agente Miguel Puga, haciendo una breve introducción sobre los peligros que supone el mero hecho de conducir, debido al elevado peso de un coche, por ejemplo. Respecto al consumo de alcohol al volante, Puga ha ofrecido alternativas a los jóvenes asistentes como “coger un taxi, llamar a un familiar, ir turnándose entre los amigos o solicitar la opción que ofrecen algunos seguros de un conductor que te lleva a casa con tu coche pueden evitar situaciones de peligro”.

 

La segunda en intervenir fue María Martínez, una joven que quiere compartir su experiencia con un accidente de tráfico como medida preventiva. María tenía 17 años cuando al cruzar por un paso de peatones un conductor ebrio la atropelló. “Lo siguiente que recuerdo tras el golpe es volar por los aires a la altura de los balcones de las fincas y al segundo siguiente mi cuerpo dio un golpe seco contra el suelo”, es así como María relata su vivencia, asegurando que en ese momento “no sentía dolor, pero en el hospital no sentía nada de cintura para abajo, sentía como si me hubieran roto todos los músculos y los huesos”. Un testimonio de una joven que perdió parte de su juventud y con secuelas que, a día de hoy, siguen afectándole en el ámbito laboral y social.

 

El Intendente principal de la Policía Local, Juan Ramón Arnal, ha resaltado las consecuencias de los accidentes. “Las consecuencias materiales, aquello que podemos pagar con dinero si os ponen una multa por ejemplo, o un fin de semana sin salir por la bronca que os echen en casa, si el vehículo se rompe, incluso pena de cárcel también. Los daños personales, que son lesiones, heridas, depende del tipo de lesión, hay algunas que son irrecuperables y otras que sí. Los daños psicológicos, que pueden durarte toda la vida. Además de éstos, están los daños colaterales como el no poder encontrar trabajo, el rechazo, etc. Todo esto es evitable: si vas a tomar alcohol, no se puede conducir”.

 

Miguel Puga afirma que “en el momento en el que tú tomas una gota de alcohol, ya estás aumentando el riesgo de accidente. En una prueba dará resultado negativo, pero a lo mejor ese accidente se podría haber evitado si hubieras estado con el cien por cien de tus capacidades activas”. Arnal, a modo de curiosidad, asegura que hay “leyendas urbanas para bajar el grado de alcohol si mascas un chicle, pero el alcohol que está en la sangre, y no en el aire, sólo se expulsa mediante la oxidación o la orina. Y el cuerpo es capaz de eliminar 8 gramos por hora, o sea que si te has tomado una copa de vino tardarás hora y media en eliminarla de tu cuerpo. La cuestión principal es que hay daños que son evitables”.

La dirección General de Tráfico, con el fin de concienciar a estos jóvenes, ha ofrecido a la Policía Local unas gafas con la lente modificada, con las que a través de ellas se ve una realidad distorsionada equivalente al consumo excesivo de alcohol. Algunos alumnos voluntarios han realizado un circuito improvisado con conos y se asombraban de la dificultad y el peligro que supone conducir en ese estado simulado de embriaguez.

 

Según informa Puga, los últimos 4 accidentes con víctimas mortales que ha habido en el municipio han sido un caso de ciclista y los otros tres motociclistas. Uno fue en el vial Internúcleos, otro joven en la avenida Juan de Ribera y una persona mayor al inicio de la avenida Churruca. Todos fueron con golpes contra vehículos a escasa velocidad y aún así resultaron mortales por el impacto que lo absorbió todo el cuerpo.