El Ayuntamiento de Sagunto va a instar a la Conselleria de Cultura y Deporte y al Ministerio de Cultura y Deporte, para que acuerden redactar un proyecto global que acabe definitivamente el Teatro Romano de manera que se garanticen los requerimientos propios de una actividad, teniendo en cuenta la accesibilidad, la dotación de servicios en condiciones, de sistema eléctrico y de musealización, así como que el proyecto tenga la posibilidad de instalar un velarium para proteger del sol al público y el escenario.
Esta iniciativa fue aprobada en el pleno por mayoría absoluta mediante una moción presentada por Vox, que solicitaba únicamente la instalación del "velarium", y que fue enmendada por Compromís ampliando la petición en el sentido expuesto. Un enmienda que fue aprobada por PSPV-PSOE, PP, Compromís y Unides Podem, votada en contra por VOX y que contó con la abstención de IP. Finalmente, el acuerdo fue adoptado con los votos a favor de PSPV-PSOE, PP, Vox y Compromís y con la abstención de IP y Unides Podem.
Según se afirma en el texto presentado por Vox, el Teatro Romano de Sagunto fue construido alrededor del año 50 d. C. en la ladera septentrional de la ciudad de Sagunto y actualmente el Teatro Romano es utilizado para realizar una gran cantidad de actos y a su vez recibe un gran número de visitantes durante todo el año.
«Como todos los años, los visitantes y los actos que se realizan en época estival son los que más sufren las condiciones climatológicas, aguantando altas temperaturas en sus gradas y en el escenario. Llegando a obligar a muchas personas a irse antes de la finalización del acto debido al calor, incluso causar en alguna ocasión la intervención de los servicios médicos por un golpe de calor o desmayo», se indica en el acuerdo.
También explica que los romanos en su época para paliar las altas temperaturas utilizaban el velarium, que era una cobertura desplegable de tela compuesta de varias hojas (o velos) de cáñamo, utilizada en los circos, teatros y anfiteatros romanos.
Por este motivo la moción argumenta que si se quiere potenciar al máximo el Teatro Romano de Sagunto es imprescindible mejorar sus condiciones para poder realizar un mayor número de actos y darle un atractivo que lo diferencie del resto de teatros de España instalando un velarium que guarde la estética y dinámica del teatro, no como anteriores obras o rehabilitaciones.