El Festival Al Crepuscle, que se desarrolla del 22 al 25 de junio en el patio annexo a la torre-bateria de vigilancia costera del Grau Vell de Sagunto, parte de la idea original de la Companyia Hongaresa de Teatre, y está organizado por el Ayuntamiento de Sagunt desde las concejalías de Cultura y Turismo, y con la colaboración de Turismo Comunitat Valenciana. Esta iniciativa forma parte del Plan de Acciones de Marketing, Promoción y Producto Turístico de Turismo Comunitat Valenciana en Sagunto y de la Comunidad Valenciana 2023.
El público interesado podrá disfrutar de cuatro representaciones teatrales y dos espectáculos musicales en un emblemático entorno como es el Grau Vell de Sagunto al atardecer. Para asistir a las funciones teatrales y espectáculos musicales, la entrada es gratuita, pero hay que hacer una reserva previa en la web www.servientradas.com. Además, se ofrece el traslado en autobús disponible para los asistentes desde Puerto de Sagunto y Sagunto, con conexión con los trenes de cercanías.
A la presentación del festival han asistido el alcalde de Sagunto en funciones, Darío Moreno; la concejala de Cultura en funciones, Asun Moll; la concejala de Turismo en funciones, Natalia Antonino; así como los directores artísticos del festival Paco Zarzoso, Jéssica Martínez y Blanca Martínez.
El alcalde de Saguno en funciones, Darío Monero ha resaltado la importancia de la cultura en la sociedad: «Desde el Ayuntamiento de Sagunto entendemos la cultura no como un elemento accesorio, sino como un derecho fundamental de la ciudadanía» y ha afirmado que la cultura es una forma de entretenimiento, pero también una forma de reflexión, de visibilización de realidades, de reivindicación y de transformación social.
En esta segunda edición, la ubicación se traslada a la antigua población de pescadores de los años cincuenta, el Grau Vell de Sagunt, ajena al desarrollo turístico. Este espacio singular fue en su origen el puerto íbero-romano de Morvedre y se encuentra ubicado junto a la marjal dels Moros, un enclave de gran valor medioambiental. Más exactamente en el patio anexo a la torre-batería de vigilancia costera, que data del siglo XVI y ha sido recientemente restaurada.
La concejala de Cultura en funciones, Asum Moll, ha calificado el espacio donde se realiza el festival: «Creo que hemos escogido un espacio mucho más entrañable. Alrededor de la Noche de San Juan, unos días antes y unos días después, tenemos preparadas unas actuaciones musicales y teatrales que merece la pena disfrutar.»
En relación al enclave donde se desarrollará el festival, su director, Paco Zarzoso, ha recalcado: «El público podrá disfrutar del crepúsculo en dos de los lugares más preciossos de nuestra comarca, que son el mar y la marjal dels Moros». Por otro lado, ha explicado que «la fiolosofía de este festival es hacer teatro en el crepúsculo, en esa hora mágica, vivimos en una época en la que lo necesitamos más que nunca, vivimos en las pantallas, en lo virtual, etc. Y creo que el crepúsculo es esa cosa gratuita, milagrosa, que tenemos todas las tardes y nuestra idea es, sobre todo, que los espectadores puedan disfrutar de ese momento».
La idea es organizar un festival en torno a la Noche de San Juan, donde todas las artes convivan y en la que los espectáculos prescindan de la luz artificial. La cita pretende apoyar y dar visibilidad a las artes escénicas en estado puro. Así, la apertura el 22 de junio comenzará con el monólogo interpretado por Joan Carreras, L’últim Sòcrates. La pieza tiene dramaturgia y dirección de Francesc Cerro-Ferran a partir de un texto de Platón. Su protagonista no es un personaje de ficción, sino un filósofo incómodo a los ojos del poder que acabó pagando esta osadía con su propia vida.
La figura de Sócrates vuelve a ser protagonista al día siguiente, 23 de junio, y con aforo limitado a 30 espectadores, en la obra Licaó, del reconocido dramaturgo griego Dimitris Dimitriadis. Sergi Torrecilla protagoniza esta apología del deseo, escrita justo después del estallido de las revueltas griegas contra la crisis económica. La trama contiene la confesión del viejo Sócrates de sus fracasos más íntimos a Licaón. Esta confidencia trastornará radicalmente la vida del joven, abocado a un exilio voluntario, lejos de la vieja democracia, en busca de un nuevo lugar donde vivir.
El programa del día se completa con Albéniz Flamenco, un espectáculo musical alrededor de la producción de Isaac Albéniz, con el maestro de las seis cuerdas José María Gallardo del Rey y el guitarrista flamenco Miguel Ángel Cortés.
El sábado, 24 de junio, se volverá a representar Licaó, a la que tomará el relevo la lectura dramatizada de un texto inédito en nuestro país del reputado dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig, El gran fuego. El autor asume la dirección de un elenco de intérpretes valencianos que acometerá esta parábola aterradora, que al principio recuerda a un cuadro antiguo por su aparente belleza, pero en el que se describe la deriva de nuestro mundo hasta la catástrofe de los refugiados en el Mediterráneo.
La clausura del festival tendrá lugar el 25 de junio con un espectáculo musical que recoge obras de Johann Sebastian Bach arregladas sobre la base del quinteto de jazz y algunas músicas afroamericanas, «sin duda inspiradas, como las del maestro alemán, a partir del singular arquetipo de la humanidad y la espiritualidad», afirma el impulsor de esta iniciativa, Jesús Salvador “Chapi”. En Bach goes jazz, el músico y compositor valenciano se hace cargo del vibráfono y estará secundado por David Pastor a la trompeta, Iván Cebrián a la guitarra, Óscar Cuchillo al bajo y Carles Salvador a la batería.