El pleno de la Corporación Municipal aprueba por unanimidad solicitar una rebaja en el índice a aplicar a Sagunto en estimación objetiva en el sector agrario

También se acordó que para el ejercicio económico del 2024 se pida ya esa reducción ya que hay una sequía más extrema que el año pasado y, por lo tanto, la disminución de la producción será todavía mayor

En el pleno ordinario de junio del Ayuntamiento de Sagunto celebrado el pasado jueves, la Corporación Municipal aprobó solicitar una rebaja en el índice a aplicar al término de Sagunto en estimación objetiva en el sector agrario (a ser posible con efecto retroactivo para el ejercicio 2024), es decir, la fórmula de aplicación del impuesto a este sector. También se acordó que, para el ejercicio económico del 24, se pida ya esa reducción del índice sobre estimación objetiva porque hay una sequía más extrema que el año pasado y, por lo tanto, la disminución de la producción será todavía mayor.

La moción fue presentada al pleno por el portavoz de COMPROMÍS, Pepe Gil, y fue aprobada por la unanimidad de los grupos políticos que conforman el pleno municipal.

Otro de los puntos que se aprobó fue que en todos los ejercicios económicos se tenga presente el poder solicitar esa reducción en función de diversos problemas que pueden afectar a la agricultura. También se acordó que, de manera permanente, se pida a la administración que rebaje ese índice ya que la disminución de la producción derivada de la sequía junto al aumento de los gastos y, por lo tanto, los márgenes económicos actuales no justifican el pensar que sobre unos ingresos brutos se tiene un beneficio teórico del 26 %.

Por último, se acordó trasladar la petición al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, al Ministerio de Hacienda y Función Pública, a la Agencia Tributaria y a la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana.

Este invierno ha habido diversas movilizaciones del sector primario, principalmente del mundo de la agricultura. En estas manifestaciones, se ponía de manifiesto «la desesperación generalizada de los agricultores por la poca consideración en las políticas agrarias a la hora de tomar decisiones en las diversas administraciones».

Una prueba de la falta de rentabilidad del sector es, por un lado, «el abandono continuado de esta actividad» y, por otro, «la falta de relevo generacional». Tal y como refleja el texto de la moción, la mayoría de los agricultores son de edad avanzada y detrás no tienen a nadie, ni siquiera los propios hijos «que suelen optar por otro tipo de trabajo mejor valorado económicamente y más reconocido».

En la moción presentada por COMPROMÍS se defiende que los agricultores tienen «un papel medioambiental fundamental, contribuyendo de forma notable a la conservación de la masa vegetal, tan importante en el proceso del ciclo del carbono y, por lo tanto, básico para evitar el calentamiento global, además de mejorar notablemente el paisaje».

En el caso del sector agrario valenciano y, más concretamente, saguntino, «somos la zona donde la edad media de los agricultores es más alta y somos el territorio donde más superficie cultivable se abandona cada año dentro del estado español».

Entre los factores que influyen en la pérdida del trabajo agrario destaca el aumento de los costes, según se explica en la moción. Concretamente, se habla de los costes en fertilizantes, fitosanitarios y agua, entre otros. El aumento de esos costes provoca que «el precio por producir en una fanegada se haya disparado de forma exponencial en los últimos años». También hay que tener en cuenta que los precios de venta de los productos agrarios en general, y de la naranja en particular, «están estancados desde hace años».

Centrando ya en Sagunto, recientemente se ha añadido un factor más que influye en los costes de la agricultura, el agua. Según la moción, hace años la lluvia permitía no tener que regar durante una parte importante del año. Pero, «estos años, dado que no llueve, hay que regar todo el año». Y, una consecuencia directa de la sequía es que «el agua procedente del río – bastante más barata – no se pueda reutilizar». Esto conlleva que haya que usar agua de pozo, impulsada por motores que consumen luz, lo que incrementa el precio. Por lo tanto, «los gastos de esta parte del coste total han hecho que la suma total aumente de forma notable. Estamos hablando del 100 o 200 por ciento más cara el agua que hace pocos años».

Esta realidad económica del sector «tiene después un reflejo en la parte tributaria, donde Hacienda es inclemente a las realidades del sector», asegura la moción. Los agricultores en su inmensa mayoría, «optan por tributar en su renta por el sistema de estimación objetiva, básicamente por ser bastante más simple». En este sistema, lo que se hace es «aplicar un índice sobre los ingresos brutos y, a partir de ahí, se hacen los cálculos de rendimiento. Por defecto, el índice a aplicar es del 26 % en cítricos».

El texto expositivo de la moción añade que «los ayuntamientos tienen la potestad de solicitar que se revise el índice a aplicar alegando los motivos pertinentes. En este caso, el motivo más que justificado es la sequía y la consecuente disminución de la producción». Por último, concluye: «No se debe olvidar que nos alimentamos porque el agricultor produce. Es la base de nuestra supervivencia. Sin el campo no hay ni comida ni futuro».