La obra Papa fou un superheroi, que se podrá disfrutar el viernes 17 de noviembre a las 20:30 horas en la Casa Municipal de Cultura (c/Progreso, 9) de Puerto de Sagunto, narra la historia de un padre y un hijo enfrentados por su forma de ver la vida, pero que se ven forzados a coincidir en el negocio familiar. Sin embargo, el choque de intereses, de necesidades, de principios, de energías y de deseos genera un terremoto entre ellos. Esta obra forma parte de la programación de otoño del departamento de Cultura.
La concejala de Cultura, Ana María Quesada, ha expresado sobre la obra: «Vamos a poder disfrutar y divertirnos». Asimismo, ha explicado que esta es la segunda producción de David Torres y su primer trabajo como autor. Asimismo, ha indicado sobre los compañeros de Torres: «Domingo es un actor de solera ya en la Comunidad Valenciana y Ana Campos, que es su asistente de dirección, fue su primera profesora de teatro, como cosas bonitas que recordar».
El autor, director y productor de Papa fou un superheroi, David Torres, se ha formado en el sistema de las acciones físicas de K. Stanislavsky por Pablo Corral en el Estudio Dramático. David completa su formación en dos escuelas internacionales de teatro corporal, MOVEO en Barcelona y la Atelier de Belleville de Ivan Bacciochi en París, de donde sale con el diploma de Intérprete y Pedagogo Mim Corporal en 2012. Asimismo, se forma en otras técnicas como la danza clásica y contemporánea, el arte de la marioneta y la manipulación de objetos, el yoga y la acrobacia.
Esta obra es un proyecto artístico que implica una investigación histórica, la escritura de un texto teatral y un montaje escénico de carácter multidisciplinario destinado a un público adulto. El deseo de cambio y la necesidad de espacios de reflexión son nuestro motor, explican desde la compañía.
Los dos protagonistas de este proyecto, padre e hijo, quieren cuestionar la implicación de la humanidad ante la gigantesca tarea de curar el mundo, indican desde Cultura.
La sinopsis de la obra explica que «el padre nace en el 1956. Se puede decir que pertenece a las primeras generaciones de la dictadura. Un tropel de jóvenes que quisieron cambiar el mundo de oscuridad, silencio y miedo, que marcó su infancia y su juventud. Un camino de esperanza y de posibilidades había para trazar». Asimismo, expresa que «la energía del cambio la encontrarían en un nuevo espíritu revolucionario. Él encontró así su identidad. Haciendo de la contestación su credo».
El hijo, a diferencia de él, creció entre panfletos y pancartas, con un modelo paternal dispuesto a romper cualquier molde estipulado. Pero, la pasión lleva al exceso, y el niño que fue rechazó este exceso de manera determinante, dejando una serie de costumbres y tradiciones. Fue así como creció tomando su padre por un cretino, ensuciando el vínculo paternofilial con rabia y desprecio.
Desde la compañía explican que a lo largo de la pieza se cruzan el pasado y el presente del protagonista. El padre, en busca del origen de su identidad revolucionaria, revive momentos clave desde su infancia hasta su juventud. Estas escenas están construidas con el personaje como narrador en primera persona acompañado de voces en off que materializan varios personajes secundarios.