El Equipo de Gobierno ha presentado esta mañana al pleno de la Corporación una propuesta de modificación de la ordenanza fiscal del Impuesto de Bienes Inmuebles Urbanos y Rústicos que ya había consensuado previamente con el Grupo Socialista, único partido de la Oposición con el que ha llegado a un acuerdo.
Así pues, esta propuesta ha sido aprobada por mayoría absoluta, con los votos a favor del Equipo de Gobierno (Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre) y del PSPV-PSOE, y los votos en contra de Partido Popular, Iniciativa Porteña y Ciudadanos. Por su parte, el Partido Popular e Iniciativa Porteña han presentado sendas enmiendas, que finalmente han sido desestimadas.
La modificación aprobada supone la aplicación de nuevos tipos de gravamen, que en el caso del IBI Urbano han sido fijados en un 0,565 a las viviendas y empresas y comercios con inmuebles cuyo valor catastral no supere el millón de euros. Esto en la práctica producirá una disminución de un 10 % en el recibo del IBI de 2016. En el caso de las grandes empresas y comercios propietarios de inmuebles con valor catastral de más de un millón de euros el tipo de gravamen se ha fijado en el 0’75 lo que supondrá un aumento de un 20 % en el recibo y en el caso del IBI Rústico a inmuebles del sector agrícola se ha fijado en un 0’75 % lo que supondrá una disminución de unos 3 euros por hanegada. Con esta modificación el IBI urbano generará un superávit de 14.000 € y el IBI rústico un déficit de 70.000 €, lo que genera un impacto financiero negativo total de 56.000 €, según ha explicado en rueda de prensa Teresa García, concejal delegada de Hacienda.
Con la ordenanza vigente hasta la entrada en vigor de la modificación aprobada hoy, los particulares y las empresas pequeñas y medianas pagaban de acuerdo a un tipo de gravamen del 0,62 de IBI. Asimismo, las grandes empresas y comercios con bienes catastrales superiores al millón de euros, pasan de un tipo del 0,62, al 0,75. Respecto al IBI rústica, el tipo pasa del 0,83 al 0,75.